Nuestro Señor Jesucristo dirige palabras muy duras a esta iglesia, expresando su profundo rechazo a la condición de tibieza o indiferencia a los asuntos de la vida espiritual. Apocalipsis 3:14-22 (RVR1960) 14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice…