“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”. (Col3:15)
“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!” (Sal. 133:1)
¡Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Jn 17:20-23)
COMO EXPERIMENTAR LA AUTÉNTICA COMUNIÓN – UNIDAD:
- En la comunión verdadera experimentamos autenticidad.
La autenticidad, consiste en la expresión genuina, de corazón a corazón, desde lo más íntimo de nuestro ser.
La Biblia dice: “Si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros… Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad”. (1 Jn 1:7,8)
- En la comunión verdadera experimentamos reciprocidad.
La reciprocidad es el arte de dar y recibir.
- La Biblia dice: “mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que compartimos”. (Rom 1:12 NVI)
- “Cuando nos encontremos, quiero alentarlos en la fe pero también me gustaría recibir aliento de la fe de ustedes”. (Rom 1:12 NTV)
- En la comunión verdadera experimentamos compasión.
La compasión es comprender y compartir el dolor de los demás.
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”. (Col. 3:12)
- En la comunión verdadera experimentamos misericordia.
Todos necesitamos misericordia porque todos tropezamos, caemos y necesitamos que alguien nos ayude a ponernos en pie y en camino.
La Biblia dice: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. (Col. 3:13)
CONCLUSIÓN:
- Busquemos de experimentar la Unidad y Comunión siendo: auténticos, recíprocos, compasivos y misericordiosos.
- Jesús oró para que seamos uno. Oremos para que esa unidad se viva siempre.
- El mundo va a creer si nos ve unidos.
- Si miramos al líder, al programa, a lo que se hace o no se hace nunca estaremos unidos.
- Nuestra mirada debe ser en Jesucristo el autor y consumador de la fe, y así seremos atraídos el uno al otro.
Dietrich Bonhoffer, (el pastor nacido en alemania, que fue martirizado por resistirse a los nazis, libro “Vida en Comunidad”)
“Sugiere que la desilusión con nuestra iglesia local es algo bueno, porque destruye nuestras falsas expectativas de la perfección. Cuando más pronto dejamos la ilusión de que una iglesia debe ser perfecta para amarla, más pronto dejaremos de fingir y empezaremos a admitir que todos somos imperfectos y necesitamos de la gracia de Dios. Este es el comienzo de la verdadera comunidad”.