SEGUNDO MANDAMIENTO
Ex. 20:4-6
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.
IMÁGENES DISTORSIONADAS
Caín, como nos indica Génesis 4, pensaba que Dios era fácil de complacer
“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”. Gen. 4:3-5
En Levítico 10 tenemos la historia del sacrificio de Nadab y Abiú
“Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová”. Lev. 10:1-2
“Habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”. Rom 1:21-23
EL HOMBRE Y LA IMAGINACIÓN
Julien Offray de la Mettrie (1748): “La imaginación, consigue que la razón adquiera vida y carne, consigue que las ciencias sean fértiles, las artes adornen, la madera hable, los ecos tengan entonación, las rocas lloren, el mármol respire y los objetos inanimados ganen vida. Ella razona, juzga, analiza, compara e investiga”.
¿Cómo usamos a nuestra imaginación?
Algunos trastornados
Otros para logros importantes
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Rom. 12:1-2
¿QUÉ NOS PIDE DIOS EN ESTE MANDAMIENTO?
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad…” (Ex. 20:4-5)
Primero: Él es Jehová nuestro Dios
La forma correcta hebrea del nombre de Dios es YHWH
Segundo: Él es fuerte
Nos recuerda que Él es el Dios omnipotente, con poder ilimitado.
“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré”. (Is. 46:9)
Tercero: Dios nos informa que es celoso
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”
Cuarto: Dios visita o castiga la maldad
“Visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”. (Ex. 20:5b-6)
“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él”. Eze. 18:20
Como sabemos y como la sicología afirma, el ejemplo y las costumbres pecaminosas de los padres es imitada por los hijos. Esta transmisión de valores morales y estilos de vida afecta a las familias, dice Dios, hasta la tercera y cuarta generación.
PROMETE MISERICORDIA A MILLARES
“… hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”.
CONCLUSIÓN: